Sobre mí
Soy Gisela López Mayán y acompaño a las personas en sus procesos de sanación desde una mirada integradora, respetuosa y profundamente humana.
Titulada como Licenciada en Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona y especializada en Medicina de Familia y Comunidad en el Hospital de Terrassa del CST. He trabajado durante más una década como médica de familia en el sistema público de salud, urgencias hospitalarias, atención domiciliaria del sistema público de salud y médica responsable de residencia geriátrica. Aprendí muchísimo sobre el cuerpo, el sufrimiento y la importancia de una escucha genuina. Sin embargo, con el tiempo sentí que algo faltaba. Había síntomas que no encontraban una explicación clara, dolores que no respondían a tratamientos convencionales, emociones silenciadas que pedían ser vistas.

En medio de esa búsqueda, viví un proceso muy doloroso a nivel personal: comencé a sufrir un dolor lumbar y ciático crónico que poco a poco fue invalidándome físicamente y emocionalmente. Llegó un punto en que tuve que coger una baja laboral de larga duración, algo que me removió profundamente. Acostumbrada a estar siempre activa, a sostener, a cuidar, a responder... verme forzada a parar fue una experiencia muy frustrante. Me costaba aceptar esa nueva realidad: la de no poder cumplir con mi trabajo, ni con las exigencias que yo misma me imponía. Me sentía inútil, limitada y desconectada de la persona que había sido hasta entonces.
Cada vez me costaba más moverme con normalidad, y las tareas más simple como poner un lavavajillas, cocinar, llevar a mi hijo al colegio o estar en una reunión de padres, se convirtieron en un reto. Tuve que apoyarme mucho en mi marido, mis hijos y ayuda profesional para poder sostenerme. Y aunque fue una etapa muy dura, también fue un punto de inflexión.
Comprendí que el cuerpo no solo habla, sino que grita cuando no lo escuchamos a tiempo. Decidí entonces dejar de luchar contra él y empezar a escucharlo con humildad y compasión.
Comencé a investigar por mi cuenta sobre medicina natural, terapias complementarias y formas integrativas de entender la salud. Me abrí a otras miradas, a otros lenguajes, a otras formas de sanar. Y fue justamente ese recorrido lo que me permitió aliviar mi dolor físico, mental, emocional, recuperar mi autonomía y reconectar con una versión más auténtica y libre de mí misma.
Fue tan transformador, que supe con claridad que quería acompañar a otras personas desde ese mismo lugar.
Este impulso me llevó a profundizar en caminos más amplios de comprensión del ser humano: me formé en medicina tradicional china, acupuntura, bioneuroemoción y aromaterapia; herramientas que hoy integro en mi consulta para abordar a cada persona en su totalidad (cuerpo, mente y emociones).
Creo en el poder del acompañamiento consciente, en la medicina que toca el alma y no solo el síntoma. Trabajo desde el respeto absoluto por los procesos individuales, confiando en que cada cuerpo sabe, cada síntoma habla y cada historia merece ser escuchada sin juicio.
Hoy acompaño a quienes desean reconectar con su salud, su equilibrio y su propósito, desde un espacio seguro y cálido, donde lo físico y lo emocional se encuentran para dar paso a la transformación.
Sé que llegar hasta aquí no fue casualidad. En mi caso, el dolor y la pausa forzada fueron la oportunidad (aunque al principio no lo veía así) de mirar hacia adentro, de iniciar un camino de transformación desde lo más profundo de mí. Un camino de descubrimiento, de escucha y de reconexión con lo que verdaderamente soy.
Todos tenemos momentos en los que el cuerpo se cansa de sostener lo que el alma calla. Y a veces, ese dolor se convierte en el portal hacia una nueva forma de vernos y de vivirnos.
Si estás en ese punto en el que sientes que algo dentro de ti pide ser atendido con honestidad, cuidado y presencia, quiero que sepas que no tienes que atravesarlo sola. Estoy aquí para acompañarte desde la experiencia, el respeto y un enfoque profesional e integrador.